lunes, 7 de septiembre de 2009

Nuevo pasatiempo

Escribirle mails a mi mejor amigo se ha transformado en mi nuevo pasatiempo, ya no necesito ni yoga, ni leer lectura basura una vez a la semana para lograr relajar mis elásticos pensamientos, ahora me basta con escribir unas líneas y apretar send para encontrar el perfect balance.

miércoles, 26 de agosto de 2009

25

En 25 minutos más cumpliré 25 años. Me acabo de ganar el derecho, por un día, de ser el florero de mesa. Aunque tengo que reconocer que no me gusta mucho ese papel, pero habrá que acostumbrarse...Lanzarse al vacio y no esquivarlo, evitar las ganas de salir arrancando como casi todos los años. Definitivamente el día de cumpleaños, es un día muy raro.

miércoles, 19 de agosto de 2009

High and dry

Suena High and Dry mientras la mezquina pero perfecta lluvia cae en Stgo... Llego tarde a casa, pero no tanto como para no meterme al PC. Con los años se duerme menos, eso dicen todos, y al parecer es cierto el dogma popular porque me importa poco dormir unas horas menos, por lo menos esta noche.

Hoy dejé de hacer cosas importantes, pero, sin embargo, hice otras que alimentan el espíritu, ese espíritu manoseado por la rutina y el hacer y que tan abandonado reclama un poco de atención, casi tanto como mi sobrino, cuando, mientras intento escribir me pide que le ponga Los Pulentos…

Definitivamente fue bueno ver a hoy a A1.

domingo, 16 de agosto de 2009

Ceguera

La Ceguera tal como narra Saramago en "Ensayos sobre la Ceguera" es una enfermedad que te impide ver lo que pasa, lo que ocurre a tu alrededor. Te impide ver tus propias manos y ver el desastre que podría ocurrir eventualmente en la vereda del frente. Me reconozco experta en hacerme la ciega frente a mis problemas, inseguridades y rollos propios de una virgoriana de casi 25 años, sin embargo, esta vez es distinto.

El escenario desastroso en el que se transforma el relato de Saramago es similar a lo que ocurre hoy en Chile. En ese Chile que pretende ser progresista - y que en un pasado luchó por la libertad de expresión y se opuso a la muerte de inocentes - hoy se hace el ciego a lo que ocurre en estas mismas tierras. En el sur la guerra campal y violenta está devastando a los originarios de este país y a nadie parece importarle. Hasta lo dice Carlos Peña en su columna de hoy en el Mercurio, "hay que dejar de un lado la retórica del estado nacional (tan cara a la cultura de la derecha y de la izquierda, como si todos tuvieran a Alberto Edwards en el velador) para, en cambio, reconocer plenamente a esos pueblos, hacerles un lugar en el espacio público y darse, de una vez por todas, a la tarea de curar las heridas que dejó la historia...".

Hace unos meses atrás me daba vergüenza trabajar en La Tercera por la forma asquerosa y fuera de ética que trataban el tema. Hoy me avergüenzo de vivir en este país, que pena que no sea tan fácil esta vez llegar y renunciar.