lunes, 23 de julio de 2007

Amado Invierno



Creo que cuando tenía 17 años escribía mucho más que ahora, creo que cuando tenía veinte escribía mucho más que hoy. La Academia a veces juega a la inversa, tantas palabras leídas, tantas cátedras escuchadas se llevaron parte de mi ignorancia, y de paso mi inspiración y mis ganas de escribir.

Días como hoy, cuando la lluvia inunda Santiago, cuando me mojo los pies a pesar de no andar descalza, y de incluso llevar calcetines de hilo, de lana, bolsas de plástico, y zapatillas, en días como hoy son cuando retornan las ganas de escribir.

No escribiré sobre mi media hora diaria de negación al trabajo, ni tampoco de mi aceptado guión de física cuántica, menos de la buena película que disfruté con mi querida amiga J, y menos aún del increíble acto poético, como diría Jodorowsky, que vivimos al salir del cine.

Creo que no escribiré de eso porque sería predecible, lo sería simplemente porque fue genial.

Caminar bajo la lluvia, llevando el paraguas de adorno, y observando como el nubarrón mojaba mi no impermeable chaqueta verde y mis, a esas alturas, desprotegidos pies, en esos días cuando sentirse vulnerable es un detalle, cuando se cree que la felicidad no cuesta tanto como a Will Smith en su última película, es esos días, en días como hoy, vuelven las ganas de escribir.

1 comentario:

Juan A. Rojo R. dijo...

Mmmm el msje. O.W. me gusto, sólo eso... no hay coherencia... y a alguien se lo debia decir.
Saludos Juan.