
Creo que cuando tenía 17 años escribía mucho más que ahora, creo que cuando tenía veinte escribía mucho más que hoy. La Academia a veces juega a la inversa, tantas palabras leídas, tantas cátedras escuchadas se llevaron parte de mi ignorancia, y de paso mi inspiración y mis ganas de escribir.
Días como hoy, cuando la lluvia inunda Santiago, cuando me mojo los pies a pesar de no andar descalza, y de incluso llevar calcetines de hilo, de lana, bolsas de plástico, y zapatillas, en días como hoy son cuando retornan las ganas de escribir.
No escribiré sobre mi media hora diaria de negación al trabajo, ni tampoco de mi aceptado guión de física cuántica, menos de la buena película que disfruté con mi querida amiga J, y menos aún del increíble acto poético, como diría Jodorowsky, que vivimos al salir del cine.
Creo que no escribiré de eso porque sería predecible, lo sería simplemente porque fue genial.
1 comentario:
Mmmm el msje. O.W. me gusto, sólo eso... no hay coherencia... y a alguien se lo debia decir.
Saludos Juan.
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