viernes, 17 de octubre de 2008

Cerrado

Último día y todo salió pésimo. Esas serían las últimas palabras del capítulo que acabo de cerrar. Se cierran círculos y se abren otros. Pero cómo asumirlo, si se cree que todavía no es el minuto adecuado; si se siente que no se ha hecho todo, y que aún quedan mil cosas por hacer.
Ayer mientras las palabras de Cristina salían por los parlantes del notebook, me sentí actuando en una película. En un rodaje, donde jamás firme contrato, donde ni siquiera conocía al director. De la nada me vi envuelta en escenas que para mi no tenían sentido y que de paso se llevaban lo poco bueno que quedaba de este año.
Arrancar, es lo que siempre hago en mis sueños y fue precisamente lo que hice ayer
( que extraño justamente se escucha aquella canción de Blur en la pequeña radio que está sobre mi escritorio).
Hoy no me puse bolsas de té en los ojos. Tuve que inventar que me había contagiado una misteriosa infección ocular, la que de vez en cuando provoca que los ojos se hinchen como si hubieses llorado.
No queda nada más por hacer este año. Sólo esperar, tal como esos últimos días de vacaciones, cuando luego de preparar los bolsos, te quedas horas esperando al bus que te llevará de regreso a Santiago.
Creo que la vida me ha permitido casechar bastante paciencia y a pesar que me cargan los gatos, algunos me han dicho que soy como ellos, porque siempre caigo de pie. Bueno, esta vez fue distinto. No me caigo andando en patines, pero me caí en mi propia ciclovía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

cerrado es uno de los mejores discos de christina,.