Mal negocio!

Tengo que reconocer que fui una de las cientas ingenuas personas que postularon a la beca Conicyt Magister en Chile y que pensaron- y de verdad creyeron-que pertenecerían a la mezquina lista de 100 personas, publicadas el pasado viernes. Revisándola encontré a dos conocidos. Mi ayudante de Gestión Cultural, S.P, y un amigo de R, lamentablemente ambos en la lista de espera.
Llevo ya dos días preguntándome qué antecedentes debo tener en mi sobre blanco de postulación para ser uno de los beneficiados. Hace cerca de tres meses, cuando fueron las inscripciones, pensaba que las queridas y bien escritas líneas de mi carta de recomendación servirían de algo o tal vez haber egresado de la U. de Chile o trabajar en un diario de circulación nacional. Nada. Ni siquiera aparecí en la lista de espera.
Debo reconocer eso si que cruzo los dedos para no ser uno de aquellos que por nerviosismo o tal vez por pura estupidez se equivocaron al postular. Cifra no menor si se considera que en la pasada postulación a las becas Chile, más de la mitad no fue seleccionada solamente por no saber llenar el formulario.
¿Acaso no subí el documento en PDF o puse Vargas en lugar de mi nombre? Quien sabe, solo pienso que postular y sentirse acreedor desde el primer minuto, es un mal negocio.
Mejor suerte tuvieron los que postularon a las becas en el extranjero. Felicitaciones para ellos.