domingo, 30 de diciembre de 2007

La Mujer de mis Pesadillas


Cuando no hay mucho por hacer lo mejor es ir al cine. Ver una película y olvidarse de la vida por un par de horas. La poca planificación, que ha sido la premisa que nos ha regido durante los últimos meses con R, nos llevó al cine sin tener ninguna película en mente. Llegamos, y, para variar, la cartelera no ofrecía nada que agradara a nuestros gustos. Nos pusimos en la fila y casi al azar escogimos, por error, la película más mala de las diez que lucían en el panel.
Entramos con unas cabritas que fueron adornando nuestro camino. La película ya había comenzado hace diez minutos.
De a poco la hostilidad del lugar se hizo patente en nuestros, a esas alturas, serios rostros. La situación era la siguiente: Ben Stiller no hacía reír a nadie. Una rubia y delgada mujer caía en un humor burdo, y, para mí lo peor de todo, nos rodeaban los típicos comentaristas de películas, esos que se ríen de cada estupidez que aparece en la pantalla grande, tal como esas series norteamericanas donde las risas gratuitas acompañan toda las escenas y , para empeorar todo aún más, son de aquellas personas que comentan todo y juegan a adivinar las futuras escenas. En una palabra: una pesadilla. Me faltó poco para tirarles el tarro de cabritas en la cara.
En realidad no sé por qué terminamos sentados en esa sala, si al fin y al cabo esta clase de humor no es mi preferido, no me reí con “Loco por Mary” –film del mismo director- ni tampoco con “Una Pareja de Idiotas”.
Creo que la próxima vez que quiera olvidarme del mundo por un par de horas inventaré otra cosa.

2 comentarios:

Annie dog dijo...

cuando tengas tiempo para perder mejor llega aquí: podremos salir a pedir plata a Providencia y así nos compramos un juguito para pasar la tarde :)

cancionesdelaradio dijo...

a M le gustaban todas esas películas basura. siempre.placer culpable, trauma infantil, estupidez? no lo sé, pero perdí mucho tiempo y dinero en eso durante dos años de mi vida. Recuerdo el caso de una película de Ben Stiller (que no es tan fiasco como actor, recuérdenlo en the royal tennenbaum como el viudo que se vestía con buzo adidas rojo al igual que sus dos hijos) que se llamaba Mi novia Polly, con Jennifer Aniston. Qué bodrio. Eso era un drama, daban ganas de llorar de lo mala que era.