Último turno.Rodeada de diarios y escuchando los gritos de los deportitas vecinos, esperando que los diseñadores cierren las páginas ( para que quede todo listo para poder imprimirlas), que los profesores de castellano-correctores de estilo- corrigan las faltas. Definitivamente estoy haciendo algo que destesto: esperar.
Ya leí el pack de diarios que llega a la sección e inevitablemente recuerdo el abanderamiento de mis compañeros y amigos por el medio que los acogió durante el verano. Definitivamente más de alguien golpeó, pero no precisamente por sus crónicas noticiosas.
Todos celebran su término de práctica y yo sigo sintiendo que no hay nada que celebrar. Ya nada volverá a ser como antes. Salir de clase, tomarse un Coca Cola y sentir que el tiempo sobra, recostarse sobre el pasto y ver como las hojas de los aromos bailan con el viento o mejor aún, tomarse una, no siempre helada, cerveza debajo de un arbol. Soy pesismista, lo sé, pero creo que, para mi desgracia, esos días van a dejar de ser frecuentes.
sábado, 29 de marzo de 2008
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