Transformarme sin mucho aviso en una casi egresada, con una responsabilidad real y concreta: el trabajo, me ha dejado un poco pasmada. Durante más de dos meses me he dedicado casi por completo a mis super producciones, que de super no tienen mucho. Quizás S y R tienen razón: soy exagerada y obsesiva.
Tanta obsesión me llevó a olvidarme de las tardes de té en casa de A y de los paseos por el parque. Creo que sin tapujos me he convertido en una fomedad. Me quedo dormida a las 10 noche los sábados, no quiero salir a bailar después de la pega porque estoy "muy cansada". Ya no leo novelas, ni tampoco escribo en este blog. Tampoco hago natación y menos aún hago ejercicios con mi gran pelota color gris que me compré en Avon ( la que me aseguraría una perfecta postura, puras pamplinas).
Bueno, el motivo de todo esto no es refunfuñar ni dar la lata sobre los pesares de la vida. Ayer dormí cerca de doce horas y veo la vida de otra forma. Quiero ponerme el traje de baño de nuevo, quiero volver a leer en la micro la novela de García Márquez que abandoné hace unos meses, y quizás volver a pintarme las uñas (ya ni siquiera eso hacía).
Transformarme en un soldadito más en la gran fábrica que es el mundo daría por finalizada mi misión en la vida. Por eso, agarraré mis gafas de colores, mis pantalones de flores y mi nueva cartera y me dispondré a recorrer, a retomar caminos que pensé abandonar.
Lo bueno, es que leí mil veces Pulgarcito cuando era pequeña, y se perfectamente cómo retomar el camino correcto cuando creemos estar perdidos.
domingo, 16 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Que tal Sofia, todo lo que hagas no lo haras en vano, aún cuando no quieras ser parte del engranaje de la "maquina".. lo serás, pero no será en vano.
Saludos
Juan
No lo harás en vano
Ah no lo harás en vano
se te helarán los dedos
y el corazón y los olores
se te helará la noche
y la arrogancia y las rodillas
se te helará la sangre
y los crepúsculos y el humo
se te helará el bostezo
y el ademán y la lujuria
se te helarán los ojos
la madrugada y el esperma
se te helará el ritual
y las caricias y los signos
se te helará la luna
y el arbolito y la garganta
se te helarán los labios
y los disfrutes y la vida
todo está listo
no lo harás en vano.
Mario Benedetti
Por comentarios como estos es que te adoro pequeña Sofía. Eres obsesiva y exagerada, pero sabes recordarnos a todos que la vida puede ser una maravilla... sobre todo, cuando le das esas vueltas a las cosas... esas vueltas que desconciertan y alegran a la vez.
Publicar un comentario